SEMINARIO DEL ÉNFASIS DISEÑO DIGITAL EN LA PERIFERIA, DISEÑO INDUSTRIAL VIII, PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

martes, 27 de mayo de 2008

Interfaz teorica Camilo Patiño

Tal vez podemos observar una licuadora en nuestros hogares e imaginarnos directamente su funcionamiento, casi mecánicamente, como si se tratara de algo que ya ha convivido con nosotros que ni siquiera tiene un instructivo de uso sino mecánicamente hemos visto como se utiliza y como la forma en la cual se desarrolla la actividad es casi de forma natural. Casi desde chicos podemos ver como la licuadora entra en nuestro uso diario, manipulada por nuestros padres para hacer compotas y menjunjes que nos dan de pequeños. Este tal vez es uno de los primeros ruidos aterradores que conocemos en nuestra existencia.

Licuadora, escribo sobre su forma de electrodoméstico, como sobre sus líneas arquitectónicas y sus materiales de composición comunican que la base es un elemento pesado, pero a la vez es capaz de recibir su complemento de forma tal que no pueden vivir uno sin el otro; lo que se utiliza para “licuar” y/o mezclar alimentos, llamado vaso, el cual a su vez es capaz de recibir una tapa que evita que los contenidos a mezclar se salgan despavoridos de él, y no se cumpla la función de esta como tal, el funcionamiento de la licuadora parece que estuviese siendo concebida sobre motor eléctrico que sube hasta el vaso con cuchillas como un eje que se extiende en forma de aspas, plasmado sobre un mismo en papel y calculado milimétricamente para ser un triturador. Esta es la que atrapa los sentidos en el momento que se encienden para su funcionamiento emite ruidos como si la comida se resistiera a ser triturada pero es imposible resistible a las implacables cuchillas.

Antes una primitiva extensión de nuestras capacidades físicas llamado “molcajete” era el único instrumento que permitía una función que en algo se parece a la de una licuadora, pero en sí, la licuadora como tal se convierte en, un instrumento de la comunicación pero por otra parte regresa con sus materiales a ser materia esplendida o opaca, asi se brinda al mundo como una carcasa generalmente de metal o plástico, además en su interior las unas cuchillas en forma de hélice que hacen que la licuadora cumpla su utilidad; pero no olvidemos la forma en la cual se prende y se apaga que muchas veces esta puesto como algo que le sobra a la base que simplemente su función es prender y apagar generando movimiento a las aspas; por la otra se transformase en imágenes en un ciclón que atrae a todos los alimentos y de este modo convertirse en una forma peculiar de la comunicación. Sin dejar de ser Licuadora, esta mas allá de la interface, es esta misma que a su vez participa en la realidad y cotidianidad para las propuestas estéticas y renovadas que hace parte de la cocina, un mensaje se desarticula al pensar al menos en las 4 anchas y filosas cuchillas a demás mencionando el motor que actúa a muchas revoluciones y puede funcionar en diferentes velocidades, según se lo vaya regulando. El mensaje de esta no sería el mismo si se pusieran las piezas de esta encima de un mesón en la cocina que si se presenta como licuadora y entra a formar parte de un todo

Al final se impone como el consecuente ahorro de tiempo para la preparación de los alimentos. Es decir la licuadora da una mejor calidad de vida, tras el fin de vida de ella que es destruir alimentos para cumplir una función, Inesperadamente la licuadora se convierte en objeto, reclama una corporeidad que le da sentido y que para su utilización de la cocina colombiana resulta imprescindible.

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